sábado, 17 de octubre de 2009

Jorge Bucay. ¿ Quién eres?. Actividad para 1º y 2º.

Me gustaría presentaros a un gran psicoterapeuta nacido en Buenos Aires en 1949. Tiene varios libros para ayudar al ser humano a conocerse a sí mismo y a comprender a los que le rodean. El vídeo que sigue, ¿quién eres?, intenta que reflexionemos sobre ese gran dilema que nos acompaña en nuestra trayectoria vital. Escúchalo y haz una reflexión sobre él. Tienes hasta el día 5 de Noviembre para mandar tu comentario.

viernes, 9 de octubre de 2009

Os invito a pensar un ratito con estas frases de Fernando Savater.

Es mejor saber después de haber pensado y discutido que aceptar los saberes que nadie discute para no tener que pensar.

El secreto de la felicidad es tener gustos sencillos y una mente compleja, el problema es que a menudo la mente es sencilla y los gustos son complejos.

No hay educación si no hay verdad que transmitir, si todo es más o menos verdad, si cada cual tiene su verdad igualmente respetable y no se puede decidir racionalmente entre tanta diversidad.

El aburrimiento es la explicación principal de por qué la historia está tan llena de atrocidad.

jueves, 1 de octubre de 2009

Actividad para 1º y 2º sobre la Adolescencia.

Debes seleccionar las ideas principales del texto y luego hacer una reflexión personal. Las comentaremos en clase el día 15 de Octubre en 1º. A partir de ahí se realizará un debate, que será moderado por las personas que quieran hacer la actividad. En 2º debéis colgar vuestra actividad en este blog hasta la fecha indicada.

Actitudes y valores en la adolescencia

Al igual que sucede con los intereses, es difícil que haya alguna actitud o grupo de actitudes que sean universalmente aplicables a la adolescencia, pues difieren de la misma forma que los individuos y los ambientes. Lo que si podemos afirmar es que la adolescencia es una época en la que surgen nuevas actitudes e ideas, que moldean la personalidad del individuo de esta edad, y su ajuste a la vida. De la misma forma aunque la formación de valores abarca toda la vida del ser humano, los aspectos intelectuales y emocionales de éstos, atraviesan el momento más atractivo en este período.

Uno de los procesos del desarrollo del adolescente consiste en el aprendizaje de las normas sociales de su cultura, mediante el cual adquiere actitudes y necesidades psicológicas,. En este sentido nos parece muy importante resaltar que una persona que trabaje con jóvenes debe conocer las formas y métodos para fomentar las actitudes buena y desalentar las malas. El enfoque que se debe seguir debe ser individual a cada persona, pues en última instancia las actitudes y los ideales son un asunto individual más que de grupo.

El joven adolescente considera que el mundo desde una perspectiva temporal, por lo que necesita buscar un conjunto de valores y normas de conducta que le sirvan de guía en su vida, y sistentes en los momentos importantes de su vida. En este sentido, Fierro, un autor afirma refiriéndose a la adolescencia, ¨La autonomía propia, la agudizada conciencia de si mismo en una autoestima y autoconcepto explícitos, el desarrollo del razonamiento moral, todo ello se asocia con el hecho de que el adolescente interioriza y abraza valores.

En cuanto a los ideales del adolescente debemos subrayar que componen un mundo entre mítico y soñado que les sirve de base para sus proyectos vitales . Es necesario tener muchos ideales a lo largo de esta etapa para conseguir dar forma a un proyecto de vida. También hay que tener en cuenta que son muchos y diferentes y diferentes los ideales , ya que estos pueden pertenecer al plano espiritual como la solidaridad, o al material como el dinero.

Los adolescentes suelen idealizar a personas que admiran a las cuales quieren parecerse, en este sentido debe hacerse hincapié en la incidencia que tienen los medios de comunicación en la formación de ideales. La idea de querer parecerse, por ejemplo, al protagonista de una película, puede llevar al muchacho a la frustración.



Las personas, ídolos, personajes de los medios de comunicación, juegan un papel muy importante en la formación de valores del adolescente , a través de sus opiniones. El grupo de compañeros también influye directamente directamente sobre este aspecto, el adolescente observa cómo el grupo tiene unos valores que debe integrar en su propia escala de valores para ser aceptado por ellos.

Pero también las influencias que tienen lugar al tratar de parecerse a una persona admirada, pueden ser positivas para el muchacho. Los primeros estimulantes adultos suelen ser los padres que contagian a sus hijos sus ganas de vivir, su entusiasmo por determinadas aficciones o actividades . Los profesores juegan un papel importante, sobre todo si a la vez que imparten bien su materia, conectan afectivamente con sus alumnos.

Con respecto a la frustaciones conviene subrayar que resulta fundamental enseñar (ya en la infancia), estrategias para afrontar y superar las frustaciones , ya que es posible reducir en alguna medida las situaciones frustantes, pero no es probable eliminarlas. La actitud sobreprotectora de los padres en la época de la infancia , concediendo a su hijo todos los caprichos y dejando que se salga siempre con la suya, dificultad al futuro adolescente la superación de las frustaciones.

Los ideales son necesarios en la adolescencia, pues esto les ayuda a desarrollarse como personas.

El adolescente en el difícil proceso de su maduración, reemplaza las ilusiones frustradas por otras nuevas que cree alcanzables, a veces, cuando estas últimas se pierden, se convence de la inutilidad de todas ellas y pueden reaccionar demostrando apatía e indiferencia ante el estado del mundo o por el contrario en una terca rebeldía que le lleva a herir a los adultos que le rodean por su complicidad en los desastres sociales y por su carencia de ideales. Pero todo ello en el fondo no significa otra cosa que el joven busca un mundo ideal y digno con el que pueda identificar su yo ideal.


Adolescer en latín significa ¨ir creciendo¨, hacerse adulto¨. Es también la época en la que se completan aspectos de la personalidad y durante la cual el ser humano se pregunta permanentemente ¿quién soy ?. La identidad, saber quién es uno y diferenciarse de los otros está siempre presente. La imagen de uno mismo se logra dentro de un contexto, es el resultado de la interacción con el medio. Un individuo se juzga a sí mismo a partir de lo que percibe, de las visiones que los demás tienen de él y comparándose con quienes lo rodean. Estar pendiente de las opiniones de los demás, pedirlas constantemente, compararse, sentirse en más o en menos, son actitudes comunes en esta época de la vida. Las opiniones más importantes son las del propio grupo de amigos, también las del grupo familiar. A menudo la búsqueda de la identidad lleva a pasar por períodos de confusión que se manifiestan en frases como: ¨no se quien soy o ¿ cómo soy ?¨, a veces acompañadas de mucha ansiedad. El espejo vuelve a tener una importancia grande en estos años, en los cuales se pueden pasar horas ante él torturándose granitos de la piel o maquillándose. El espejo es una necesidad en la medida en que ayuda a rehacer una imagen de uno mismo que ha cambiado demasiado rápido y a la que cuesta acostumbrarse.


Arminda Aberasturi, psicoanalista argentina iniciadora del tratamiento de niños en nuestro país, describió en esta etapa de la vida un proceso durante el cuál es necesario superar tres grandes duelos. ¿ Qué es un duelo ? Es un trabajo que realiza el psiquismo ante la pérdida de un objeto amado y por medio del cuál logra irse desprendiendo de él. Los objetos más amados por los adolescentes según esta autora son tres: el cuerpo de la infancia, los padres de la infancia y el rol de niño que se tuvo dentro de la familia. Cuando se menciona cuerpo de la infancia se refiere al esquema corporal que se tuvo de sí mismo y que se ha alterado rápida y muy fundamentalmente en poco tiempo, los padres de la infancia que se pierden no son las personas de carne y hueso sino las imágenes infantiles idealizadas que formamos de ellos y el rol del niño es el papel que se tuvo y que una vez perdido, obliga a restablecer la situación familiar.
Los sentimientos que aparecen en esta etapa son ambivalentes, es decir, que coexisten sentimientos contrarios tales como tristeza con alegría por llegar a etapas nueva y poder decidir por sí mismos. Y las reacciones ante estos sentimientos encontrados, difíciles de tolerar, son diversas: hay quien duerme mucho y hace poco, quien pasa horas practicando un deporte o dentro de un cine, quien pelea permanentemente en su casa o quién está apático, sin ganas de nada, ni siquiera de discutir. El grupo de amigos sigue teniendo importancia, pero ahora la empezará a tener la pareja, el amor irrumpe con toda su fuerza, aunque nunca dejó de estar presente: del amor a los padres, se pasó al amor a los amigos, a los otros familiares. Toda esta capacidad de amar se concentra en gran medida en la adolescencia y parece comenzar allí en el primer enamoramiento.
El amor, el futuro, todo lleva a desarrollar al máximo la fantasía, la capacidad de imaginar, de inventarse una vida cada día. Fantasear, quedarse horas pensando en lo que puede ocurrir o lo que deseamos que ocurra ocupa mucho tiempo en la adolescencia y es parte importante de la misma. En buena medida la fantasía permite tolerar que todas las incertidumbres no se solucionen a corto plazo y es también la capacidad que permite ir planificando lo que va a ocurrir.


Reestructurar un yo infantil y convertirlo en adulto, o en lo que la sociedad pide que sea para formar parte de ella, terminar de armarse una personalidad determinada, implica un proceso crítico, todo se pone en juego, nada queda en su lugar. Ante las crisis no es raro que aparezcan mecanismos regresivos, que permiten apoyarse en etapas superadas para poder tolerar lo nuevo. Así un adolescente podrá pasarse horas comiendo chupetines, como lo hacía a los dos o tres años, o volver a comer ciertas papillas pretendiendo que son muy alimenticias. Eso mientras se viste como mujer fatal para ir a bailar o saca músculos varias horas por día en un gimnasio. Cuando el yo se debilita a causa de la crisis, de los cambios que está viviendo, hay un recurso privilegiado para reforzarlo: el grupo de pares. El grupo de amigos es una necesidad fuerte, permite compartir experiencias, diluir temores, enfrentar acompañado las situaciones nuevas.
Las identificaciones también se vuelven muy fuertes, hay que formar un modelo propio de adulto y se lo arma en base a pedacitos de otros que han ido recibiendo: se toma un modo de hablar, un gesto, una forma de caminar, una manera de peinarse y con ello se construye el rompecabezas de sí mismo. También debe construirse la identidad sexual, las hormonas no son definitivas en su influencia, la mente debe ir adaptando a un cuerpo y a un modo de actuar dentro de su cultura.
La adolescencia se ha considerado la etapa e los ideales. Esto puede entenderse en dos sentidos: termina de configurarse en esta época el Ideal del yo y con él la imagen de lo que debe ser. Esta imagen ha formada por uno mismo pero también por los deseos de los padres, y es en adolescencia cuando debe dejar de ser solamente un ideal e intentar convertirse en una realidad, en la medida que el adolescente desarrolla su propio pensamiento aparecen también cuestionados por él los ideales de la sociedad que lo rodea referidos a proyectos de vida, política, ética, cultura, etc.
Tradicionalmente se ha descripto a la adolescencia como una época de crisis, en la cual se evidenciaba la brecha generacional con los padres, situación que para diferentes generaciones llegó a ser de gran violencia. La brecha se producía inexorablemente en la medida en que las generaciones de los padres se apegaban a sus valores y les costaba aceptar las diferencias que proponían a sus hijos.

En todas las culturas, la adolescencia significa un momento de cambio, ella ofrece la oportunidad de comenzar a compartir las decisiones de los adultos y, en otro sentido, supone el inicio de una larga etapa de incertidumbre social y personal.

La adolescencia supone el paso de la infancia a la edad adulta, con la consiguiente oportunidad de sentir y vivir un continuo cambio en su cuerpo y en sus emociones más intimas, en definitiva, comienza la apertura de un mundo insospechado.

El dinamismo de esta etapa y la misma inseguridad que proporciona una personalidad que empieza a descubrirse y consolidarse poco a poco, debe convivir y enfrentarse con las actitudes de desconcierto de unos padres, en la mayoría de los casos, también inseguros del papel que han de desempeñar para conseguir mantener una buena relación, que lleve consigo, ayudar a su hijo. Esta relación provoca, a veces, enfrentamientos que convierte la adolescencia en una edad difícil.

Se debe reflexionar sobre las dificultades que encierran las relaciones entre padres e hijos, profesores y alumnos, y potenciar el elemento estimulante que sirva para enriquecer la dinámica personal de unos y otros, con el fin de que puedan disfrutar de los obstáculos de su relación, si la viven sin dramatizar los problemas. Si las personas que tratan habitualmente con adolescentes los conociesen un poco más, se aceptarían los cambios sin apagar las ilusiones y las motivaciones, y reforzarían la actitud positiva hacia un tipo de relación más comprensiva y tolerante.



Actualmente cuando se habla de juventud se pone de manifiesto el gran desconocimiento que ella se tiene, e inevitablemente surgen preguntas como estas: ¿ Cómo son los jóvenes de hoy ? ¿ Qué sabemos realmente de ellos ? ¿ Cómo los percibe la sociedad ? Tal vez podríamos dar unas respuestas, debido a que todos conocemos jóvenes, por proximidad familiar o de trabajo, pero este conocimiento no se puede extrapolar, para bien o para mal, a todos los jóvenes, sin caer en generalizaciones o tópicos que no se ajustan a una realidad objetiva de la juventud.

Un motivo de desconocimiento de los jóvenes de hoy día, es la generalización de los comportamientos conflictivos de unos pocos, a todos los demás. Esta minoría adquiere una gran repercusión social a través de los medios de comunicación. Por ello existen dos posturas de conceptualizar a los jóvenes. El grupo de adultos que generaliza comportamientos como consumo de drogas, actitudes violentas, a todos ellos, por lo tanto considera a la juventud actual peor que la de su generación, y en otro sentido, los adultos que están en contacto con un sector distinto de los jóvenes que sostienen que son serios, responsables y mejor preparados que sus padres.

El hecho es cierto que existen adolescentes cuya maduración se retrasa porque poseen una alta tendencia a la depresión o ansiedad, provocando comportamientos sociales fuera de lo normal, y adolescentes que siguen un proceso de maduración normal, manteniendo un equilibrio emocional y unas relaciones afectivas adecuadas.

La conclusión es que no se puede generalizar acerca de la forma de ser de los adolescentes, excepto en algunas cuestiones como los cambios físicos o sociológicos de la pubertad, la necesidad de prepararse para afrontar el futuro, trabajar para poder vivir e integrarse en la sociedad como miembros responsables y libres. Por el contrario, son distintos los contextos en que se desarrollan cada adolescente, provocando diferentes experiencias vitales, llevándole a configurar una forma de ser única.

Todo ello encierra una dificultad en el conocimiento de este período. Se sabe que la naturaleza del adolescente lo aparta de los niños y también de los adultos, pero es conveniente lograr mejores conceptos y formulaciones que las existentes.
Actualmente a este sector de la sociedad se le considera un problema.

Definiendo el concepto.......

1.Adolescencia, etapa de maduración entre la niñez y la condición de adulto. El término denota el periodo desde el inicio de la pubertad hasta la madurez y suele empezar en torno a la edad de catorce años en los varones y de doce años en las mujeres. Aunque esta etapa de transición varía entre las diferentes culturas, en general se define como el periodo de tiempo que los individuos necesitan para considerarse autónomos e independientes socialmente.

2. DESARROLLO FÍSICO
El comienzo de la pubertad está asociado con cambios drásticos en la estatura y en los rasgos físicos. En este momento, la actividad de la hipófisis supone un incremento en la secreción de determinadas hormonas con un efecto fisiológico general. La hormona del crecimiento produce una aceleración del crecimiento que lleva al cuerpo hasta casi su altura y peso adulto en unos dos años. Este rápido crecimiento se produce antes en las mujeres que en los varones, indicando también que las primeras maduran sexualmente antes que los segundos. La madurez sexual en las mujeres viene marcada por el comienzo de la menstruación y en los varones por la producción de semen. Las principales hormonas que dirigen estos cambios son los andrógenos masculinos y los estrógenos femeninos. Estas sustancias están también asociadas con la aparición de las características sexuales secundarias. En los varones aparece el vello facial, corporal y púbico, y la voz se hace más profunda. En las mujeres aparece el vello corporal y púbico, los senos aumentan y las caderas se ensanchan. Estos cambios físicos pueden estar relacionados con las modificaciones psicológicas; de hecho, algunos estudios sugieren que los individuos que maduran antes están mejor adaptados que sus contemporáneos que maduran más tarde.

3. DESARROLLO INTELECTUAL
Durante la adolescencia no se producen cambios radicales en las funciones intelectuales, sino que la capacidad para entender problemas complejos se desarrolla gradualmente. El psicólogo francés Jean Piaget determinó que la adolescencia es el inicio de la etapa del pensamiento de las operaciones formales, que puede definirse como el pensamiento que implica una lógica deductiva. Piaget asumió que esta etapa ocurría en todos los individuos sin tener en cuenta las experiencias educacionales o ambientales de cada uno. Sin embargo, los datos de las investigaciones posteriores no apoyan esta hipótesis y muestran que la capacidad de los adolescentes para resolver problemas complejos está en función del aprendizaje acumulado y de la educación recibida.

4. DESARROLLO SEXUAL

Los cambios físicos que ocurren en la pubertad son los responsables de la aparición del instinto sexual. En esta etapa su satisfacción es complicada, debido tanto a los numerosos tabúes sociales, como a la ausencia de los conocimientos adecuados acerca de la sexualidad. Sin embargo, a partir de la década de 1960, la actividad sexual entre los adolescentes se ha incrementado. Por otro lado, algunos adolescentes no están interesados o no tienen información acerca de los métodos de control de natalidad o los síntomas de las enfermedades de transmisión sexual. Como consecuencia de esto, el número de muchachas que tienen hijos a esta edad y la incidencia de las enfermedades venéreas está aumentando.

5. DESARROLLO EMOCIONAL El psicólogo estadounidense G. Stanley Hall afirmó que la adolescencia es un periodo de estrés emocional producido por los cambios psicológicos importantes y rápidos que se producen en la pubertad. Sin embargo, los estudios de la antropóloga estadounidense Margaret Mead mostraron que el estrés emocional es evitable, aunque está determinado por motivos culturales. Sus conclusiones se basan en la variación existente en distintas culturas respecto a las dificultades en la etapa de transición desde la niñez hasta la condición de adulto. El psicólogo estadounidense de origen alemán Erik Erikson entiende el desarrollo como un proceso psicosocial que continúa a lo largo de toda la vida.

El objetivo psicosocial del adolescente es la evolución desde una persona dependiente hasta otra independiente, cuya identidad le permita relacionarse con otros de un modo autónomo. La aparición de problemas emocionales es muy frecuente entre los adolescentes.

Podemos concluir en que el adolescente tiene que plantear su proyecto vital y optar por una de las múltiples formas de vivir, en un mundo cada vez más diverso y con una gran variedad de opciones. Los valores e ideales le ayudarán a tomar decisiones responsables que sean positivas para ellos y la sociedad.

La personalidad es el origen de la individualidad de la persona y se considera como un sistema activo que dirige al individuo. Los autores dedicados al estudio de este tema, han propuesto diferentes definiciones de la personalidad, que nos ayudan a clarificar este concepto tan complejo. Según este autor : Horrocks, define la personalidad como la organización o estructura de los significados y hábitos personales que imparten cierta orientación a la conducta, otro autor ¨Allport¨ la define así: ¨La organización dinámica interna del individuo de aquellos sistemas psicológicos que determinan su ajuste único a su ambiente
Quintana Cabanas (otro autor), la define como la síntesis superior que en la persona lo engloba y unifica todo: sus facultades, sus hábitos, sus valores naturales y éticos, sus relaciones con los semejantes y con el mundo a la tendencia a su fin próximo y último.
Los psicólogos consideran la personalidad como el conjunto de características únicas del individuo , como son, las disposiciones, el temperamento, los modos de respuesta y tendencias definitorias de la persona. Existen varias formas de describir la personalidad, que van desde la descripción de un conjunto de rasgos o características únicas del individuo hasta la descripción de un solo rasgo. En este sentido, la mayoría de los autores subrayan que es precisamente en la interacción de los rasgos donde se encierra la dificultad para hacer una descripción correcta y realista de este concepto.
Las definiciones aludidas coinciden en considerar a la personalidad como una estructura dinámica que confiere a la persona individualidad.

Encarta.2001